30 enero 2008

 

El Parlamento de Galicia impide que se honre a los muertos de la Shoah (II).

Editorial de Libertad Digital sobre la vergonzosa actitud del BNG (Bloque Nacionalista Gallego) que impidió ayer que la Diputación Permanente del Parlamento de Galicia pudiera aprobar con motivo del Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas del Holocausto una declaración institucional de condena del nazismo y recuerdo de sus millones de víctimas, al oponerse a un texto que contaba con el respaldo del PSOE y del PP.

El odio a Israel actúa de cebador para los instintos más bajos del paleoprogresismo de nuestros días. La pequeña nación de Oriente Medio, construida con esfuerzo e ilusión por un puñado de idealistas a lo largo de sólo medio siglo concentra todo lo que, conforme al manual de odios, el buen izquierdista debe abominar. Aplica y promociona el capitalismo con singular ingenio y dedicación, lo que le ha convertido en una potencia económica en miniatura que quintuplica el PIB per cápita de sus vecinos. Es un país democrático en medio de una marea negra de dictaduras militares e islámicas de las que ha tenido que defenderse en varias ocasiones. Padece la lacra del terrorismo desde hace dos generaciones y, lejos de rendirse, lo combate con más convicción que ningún otro país en todo el mundo. A pesar de ello, sigue creyendo en la democracia y en la libertad con la misma fe que los pioneros que lo fundaron en 1948.

Credenciales de un éxito tan arrollador en la zona más caliente del planeta no pueden pasar desapercibidas para la desnortada izquierda occidental, nostálgica de tiranías pasadas y devota de las presentes. En estas coordenadas es donde se entiende la negativa de BNG a condenar el nazismo. En un acto moralmente repugnante y digno de la reprobación más absoluta e incondicional, pretenden comparar la barbarie nazi con los denodados esfuerzos de Israel por luchar contra el terrorismo criminal y desatado que asola sus campos y ciudades en nombre del fanatismo más nauseabundo.

El BNG –partido que, como el nazi, es nacionalista y socialista a un tiempo– se retrata dejando en carne viva de qué está compuesta la ideología que profesa. No hay ni trampa ni cartón. El desafortunado episodio que hace no mucho protagonizó un alcalde de extrema izquierda en la localidad gallega de Oleiros no fue casualidad. Esta es la izquierda que tenemos, estos son sus poderes y hasta aquí llegan cuando se sienten dueños del discurso. Para tomar nota.

Comments:
estos nacionalistas no tienen limites....he tratado esto en mi blog en inglés, a ver si poco a poco el mundo se da cuenta de la calaña de gente con la que tenemos que tratar en nuestro bendito país.....Un abrazo.

http://noggia.blogspot.com
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?